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Concierto de Ednita Nazario en Panamá
“La Reina”, Ednita Nazario logró conquistar los corazones de los panameños con un gran show de tres horas, donde brindó su energía al público que abarrotó el Teatro Anayansi.
“La Reina”, Ednita Nazario logró conquistar los corazones de los panameños con un gran show de tres horas, donde brindó su energía al público que abarrotó el Teatro Anayansi.
La artista compartió todo su repertorio y entre las sorpresas que le tenía preparada a los fanáticos fue su himno por excelencia “Quiero que me hagas el amor”, complaciendo y provocando la euforia de los presentes. Ataviada de negro interpretó el tema desde una silla roja de trono de diseño barroco italiano, en representación de su reinado. No faltó la sensualidad con la que interpreta el éxito para desatar aún más los gritos de los asistentes, en su mayoría féminas.
”No lo puedo creer que he regresado luego de tanto tiempo. “Solo le voy a decir que no tengan prisa”, sostuvo la cantante emocionada, como parte de su saludo inicial.
Luego de interpretar los temas “Todavía” y “No me dejes sola”, “Me quedo aquí” y “Metamorfosis”, destacó que venía a cantar hasta que más no poder y preguntó si estaban listos para no dormir porque ella iba por lo largo.
Siguieron canciones como: “Adiós”, “Cansada de estar cansada”, “No te mentía”, “No pienso volver”, “Mirame”, “Eres libre”, “A que no te vas”, “Alma de Gitana”, “Más mala que tu”, “La peor amante”, “Ahora es tarde ya”, “La pasión tiene memoria”, “Mi corazón tiene mente propia”.
La diva presentó a todo su banda entre las cuales destaco a músicos panameños y también del maestro Ruben Blades. El público seguía pidiendo más y fue cuando cantó “Cadenas de fuego” ,”Lo que son las cosas”,”El dolor de tu presencia”, “A que no le cuentas”, “El dolor de tu presencia”, “La prohibida” ,”Aprenderé”,”Tú sin mi”; para finalizar este gran encuentro donde la cantante no paró de agradecerle a la producción.
Más temprano nuestra panameñisima Liz Grimaldo tuvo el honor de abrir el show y ser aplaudida por el público.
Por: Evelyn Vizcaíno