Farándula y Espectáculos
Sesenta y cinco Coronas de Historia y Folclore en Calle Abajo de Las Tablas

Por: Evelyn Vizcaíno
Con un despliegue majestuoso de color, emoción y herencia cultural, la Tuna de Calle Abajo de Las Tablas celebra sus emblemáticas Bodas de Platino , conmemorando seis décadas de historia, realeza y tradición que han engrandecido el Carnaval tableño y al icónico barrio de Punta Fogón.
La celebración dio inicio con la deslumbrante presentación de Su Majestad Astrid Carolina, Reina Platino 2026, quien hizo su primera aparición oficial en un imponente carro alegórico, luciendo una fantasía que atrapó todas las miradas y desató el fervor de sus seguidores.
Acompañada por su corte real y aclamada por vítores apasionados, la nueva soberana dio paso a una noche que quedará grabada en la memoria colectiva.
Uno de los momentos más emotivos fue el desfile de las grandes figuras que han marcado la historia de esta prestigiosa tuna: reinas legendarias que regresaron para rendir homenaje al linaje que ayudaron a construir. Entre las invitadas de honor destacaron:
- SRM Annelisse Villalaz (1976)
- SRM Irzel María Díaz de De León (1982)
- SRM Xenia Jeannette Combe Jaén (1983)
- SRM Marisela Judith Barrios Almanza (1992)
- SRM Diana Patricia Broce Bravo (2006)
- SRM Sara del Carmen Bello Herrera (2007)
Con especial reverencia, se rindió homenaje a SRM Thalía Mabel Villalaz Domínguez (2019), cuya presencia evocó una era de gracia y poderío carnavalero.
La gala también contó con la participación de Su Majestad Sofía Gabriela Ureña, Reina Triunfadora del Carnaval 2025, quien acompañó con orgullo a su sucesora en esta segunda salida oficial, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la ilustre historia de la tuna.
Como toque final, los íconos del folclore Samy y Sandra Sandoval llenaron el ambiente de ritmo y alegría con su inconfundible sabor típico, haciendo vibrar al público en una noche colmada de emoción, identidad y tradición tableña.
Con esta celebración sin precedentes, Calle Abajo de Las Tablas reafirma su compromiso con la cultura, el folclore y la exaltación del espíritu carnavalero que, durante 65 años ininterrumpidos, ha distinguido a esta tuna como bastión de elegancia y orgullo nacional.